Presentó en la Justicia una propuesta para pagar cuotas semestrales de 900 mil pesos y saldar todo el pasivo en 2018.

Carlos Ahumada está dispuesto a todo. Y lo hace saber. No tiene inconvenientes de perder horas de sus noches, a cambio de que bajo la luz de una lámpara se siente a decidir el próximo paso de su plan. Y parece que los billetes llegarán con su cara, lacrados, de una validez que genera suspicacias naturales, pero con el olor fresco de una brisa que atrae.

No es el perfume del pan caliente, las flores del invierno o el vapor de un café. Es tan sólo un cúmulo de ideas transformadas en billetes. Es que Carlos Ahumada está dispuesto a todo. Golpea mesas, discute, vuelve a leer el texto. Le pide silencio a quienes lo rodean. Pone peros, como si fuese su peor enemigo. Cuestiona. Pregunta. Repregunta. Luis Fuentes relee. Asiente. Uno de sus asesores letrados, Juan Vila, barre su grueso bigote con el dedo índice derecho y da el veredicto final. Qué se presentará, cómo y cuando.

Entonces, rozando las últimas lunas de la noche, el gerenciador hace la llamada. Ordena que el emisario llegue. Y los billetes se transportan hacia Córdoba, el lugar donde descansarán hasta que el destino de Ateliers se desanude. “Fue una larga noche”, confirman en la sede céntrica por la mañana. “¿Ahumada? duerme como un bebé. El cuate (como le dicen por lo bajo) desayunó y se acostó”, recalcan. La media mañana es el punto cúlmine de esa noche larga. “Hemos ofrecido una propuesta de cancelación del pasivo concursal del Club Atlético Talleres ante la Cámara 3ª en lo Civil y Comercial”, destacó el abogado Juan Vila, quien vía escribanía anticipó que se depositó la primera cuota del plan de pagos que ofrecen ante la Justicia en un monto de 900 mil pesos. Ahumada duerme, pero sonríe desde las bolsas de dinero fresco.

La propuesta. Para pagar el pasivo total de la quiebra, Ateliers se basa en la cifra que se dio a conocer públicamente y que ronda los 30 millones de pesos. De esa deuda enorme se pagó sólo un millón y hay un dinero disponible para la quiebra de 3.500.000 pesos (corresponde al ingresado por el pase de Javier Pastore). Y, además, tomando en consideración como lo prevé la ley (25.284) de salvataje de entidades deportivas, de una quita posible del 40 por ciento a algunos acreedores (alrededor de 10 millones de pesos) quedaría un total de 15.300.000 pesos a pagar. La gerenciadora propuso pagar el 70 por ciento de esa deuda (10.710.000 pesos) en seis años en una cifra que equivale a 1.785.000 pesos por año de lo que se desprenden dos cuotas iguales, semestrales en alrededor de 900 mil pesos cada una. “Hemos propuesto el pago de ese monto anticipando cada semestre y llegado a 2015, se pide una prórroga hasta 2018 para levantar la totalidad de la quiebra (5.400.000 pesos más)”, dijo Vila.

Estrategia. La gerenciadora ya puso a disposición este plan de pagos que resulta interesante a simple vista. Es con el fin de que la Cámara cuente con un anexo más de la intención de Ateliers de continuar al frente del club. “Nosotros en la Cámara teníamos que explicar porqué pedimos la continuidad de Ateliers que es lo que se hizo. En la cámara tercera como una medida estratégica profesional agregamos como un anexo la propuesta de cancelación de la deuda. Esto significa que la cámara en una de esas lo separa, resuelve sobre la continuidad pero le pasa al juez la propuesta”, completó Vila señalando claramente que no era necesario hacerlo ante Tale y el Fideicomiso.

No tan contundente. En el documento, la gerenciadora señala que ofrece el pago de los 900 mil pesos (450.000 en dinero y el resto en cesión de créditos de los acreedores). Además, quiere “control total” sobre contratos de jugadores y entrenadores como los que se involucren en futuras transacciones. “Tener operatividad completa y total sin restricción alguna”, señala el escrito. Por su parte, para resumirlo, la gerenciadora pretende que el predio de avenida Circunvalación sea considerado dentro de la mitad de esos 10 millones como una “compra” de la mitad o “pago a cuenta”. Está claro que Ahumada pretende cambiar las reglas de juego, quizás generar un nuevo pliego de concesión, con otras “reglas”.

El señor de los billetes se jugó una nueva carta que le permitirá a la Cámara 3ª tener un argumento más para decidir si le corre vista al juez Tale que Ateliers tiene derecho a continuar siendo la gerenciadora de Talleres. La batalla puso en el campo a una parva de billetes y Ahumada le tiró la pelota a los demás.