Habló el DT Saporiti. Devolvió la pelota y con muchos “efectos” en sus tiros.

Todo comenzó con un peloteo amable. Fue aquella conferencia de prensa en la que Carlos Ahumada presentaba a Roberto Saporiti como DT. Fue un show de gentilezas, de tiros sutiles, para volear en la red con elegancia. Pero después del descenso consumado al Argentino A, el propio Sapo se calzó la mochila y siguió sosteniendo todo lo que le tiraban. Su devoción por la gestión Ahumada fue evidenciando, a la luz de la incertidumbre, que mutaba a fastidio. Y, cuando hubo que poner la cara otra vez, el técnico lo hizo: paró bronca con hinchas, habló con la prensa y sostuvo a regañadientes que Talleres iba a armarse bien para el Argentino. Hoy el DT duda de ello y, en la parsimonia del Mundo Talleres, ante el inminente arranque del campeonato, estalló. Por eso, anteayer se reunió con Ahumada y almorzó. Luego, por la tarde otra reunión en la sede. Y ayer, ya el peloteo tenístico se pareció más a un Federer-Nadal en la final de un importante torneo.

El gerenciador marcó a fuego un “todo bien” con el DT, pero disparó: “Pregúntenle a él si está molesto o enojado, porque a mí no me lo manifestó. Y ayer el Sapo no se quedó atrás. En declaraciones a Radio Sucesos, el técnico fue muy contundente. la relación con el empresario ha sufrido un punto de quiebre. “No me voy, voy a cumplir mi contrato, salvo que la directiva tome una decisión, pero yo me quedo hasta el último día”, expresó el DT.

Sus tiempos y los de Ahumada. No quiso juzgar directamente a los tiempos del gerenciador y tiró: “Tengo que hacer lo imposible para armar un equipo competitivo. Pensaba a esta altura que ya iban a a estar‚ pero estamos atrasados. Los tiempos del gerenciador los maneja él. Yo no voy a pretender manejar los tiempos de Ahumada‚ es un problema de él. Ahumada tiene que tener el presupuesto y cumplir con los compromisos. Mi tema es el fútbol y me tengo que ocupar de eso”‚ sostuvo. “La gente me cree‚ siempre les fui de frente y les hablo. Los comprendo‚ sé su sufrimiento de estar en el argentino A. Me apena ver a Talleres así. La parte deportiva la manejo yo. Si no es así queda un solo camino. A mí nadie me maneja el equipo”, dijo con más tono elevado.

A pesar de que dejó en claro que continuará en el club, el técnico trató de sostener esta distancia que hay hoy con Ahumada: “Tenemos que incorporar cuatro o cinco más jugadores para tener una base de experiencia y después se van a incorporar los juveniles. Es una apuesta fuerte porque la historia de Talleres es muy grande y hay que respetarla. Si alguien cree que es más importante que Talleres se va a chocar con una montaña”.

Saporiti reiteró que sabe que está arriesgando su prestigio. “Yo voy con la honestidad, con la verdad. Hoy estoy a gusto, pero cuando no me sienta así me voy”, concluyó. No parece que esté todo bien, al menos por ahora resulta llevadero para las partes. Hay un punto de quiebre, pero lejos de una definición por ahora.