El entrenador, que acaba de asegurar la permanencia de Racing de Avellaneda en Primera División, lamentó el descenso de la “T”, y dijo que le hubiera sido más fácil ser el DT albiazul porque conocía a muchos jugadores del plantel. No descarta dirigir un equipo de Córdoba en el futuro.

Tómelo o déjelo. Ricardo Caruso Lombardi es así. Chispeante y optimista. Con un micrófono adelante o en el medio de un vestuario. Componer ese personaje le lleva tanto esfuerzo como sacar a los equipos de las situaciones hipercomplicadas. Como acaba de hacerlo con Racing Club, al que salvó de todo. Un final con el que también soñaron los hinchas de Talleres al recordar que antes de desembarcar en la Academia, Caruso estuvo ahí de llegar a barrio Jardín, en enero pasado.

En contacto con La Voz del Interior, largó una de esas frases que ingresarán al ideario futbolero en el que ya están el famoso “soy ‘el Ogro’ Fabbiani de los técnicos”, o el actual “Racing pasó de Kosovo a Disney”. Ahora, en referencia a aquel ofrecimiento de Talleres, Caruso dijo: “No me agrando. Pero ese equipo era una ‘papa’ dirigirlo” .

Fue uno de los tramos más ricos de un extenso reportaje en el que también habló de su continuidad en Racing y de la realidad del fútbol cordobés.

–¿Usted va a seguir en Racing?
–Estoy bien. De ahí pasaré al exterior. Lo más lejos que puedo ir es a Córdoba.

–¿Lo hablaron de clubes de Córdoba?
–En su momento, sí. Me hablaron de Talleres, de Belgrano...

–Pero usted dijo ahora…
–No, no. Antes de ir a Racing, estuve a punto de agarrar Talleres. Estuve reunido con el gerenciador Carlos Ahumada.

–Los hinchas de Talleres envidian a los de Racing...
–Ese equipo de Talleres... La verdad, no me agrando, pero era una “papa” dirigirlo. Porque eran todos jugadores que yo tuve: Gastón Stang, Lucas Wilchez, Luis Salmerón, Sebastián Cobelli y Martín Cabrera. Para mí hubiera sido más fácil.

–¿Fue un absurdo el descenso?
–Fue una lástima que Talleres se fuera al descenso. Es una pena. No hay que buscar culpables, sino lamentar que se fue una institución grande que jugó muchos años en Primera. Es para replantearse todo. Lo poco que se hizo bien y lo que se hizo mal para que todo haya salido así. Que se hayan ido al descenso con la calidad de jugadores que tenía ese plantel...

–¿Con usted no se iba?
–No te puedo decir. Aparte, es ofender a otro técnico que estuvo en lugar mío. Pero sí te digo que estuve a punto de agarrarlo.

–¿Por qué no agarró?
–Ahumada no me quiso esperar una semana. Tenía una oferta de otro club de Primera, que había que esperar. Ahumada estaba apurado y me dijo: “No te puedo esperar. Tengo que elegir otro DT”. Suele pasar.

–Acá se dijo que era caro…
–Del dinero, habíamos hablado con Ahumada y estábamos de acuerdo. Olvidate. Fue una cuestión de tiempo. Ahumada necesitaba un técnico urgente. Comimos en un restaurante en San Telmo. Le dije que me esperara. No pudo. Después eligió a Juan Amador Sánchez. Fijate que tampoco dirigí nada hasta después de 20 días. Esa oferta que tenía se cayó; después agarré Racing.

–También sonó en Belgrano, tras la ida de Dalcio Giovagnoli.
–Pérez no llegó a hablar conmigo. Pero tengo buena relación con el gerenciador.

–¿Dirigiría en Córdoba?
–¿Por qué no? Uno tiene que estar preparado para todo.

–Mire que es bravo...
–Antes de Racing, agarré Newell’s. ¿Sabés lo que era el año pasado? Pero nunca pienso en que no voy a salir. No hay un club que me asuste. Yo soy muy audaz, no me importa nada. Le doy para adelante.

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