La amenaza del descenso también pone a Talleres frente a la hipótesis de una realidad incierta respecto a la situación legal de sus futbolistas, ya que el Argentino A es una categoría amateur y la AFA no permite el registro de contratos a los clubes que participan en ese torneo.

¿Qué pasaría en caso de que la "T" perdiera la categoría? En primer lugar, los jugadores que tienen contrato vigente, con la prórroga correspondiente, se quedarían y mantendrían el estatus de profesionales. Esto significa que el club debería respetarles sus ingresos con una mejora automática del 20 por ciento. Así y todo, Julio Buffarini y Matías Quiroga, por citar a los valores de más proyección, podrían desconocer esa norma y, amparados en reglas de la Fifa, solicitar la libertad de acción.

En el caso de los juveniles que cumplen los 21 años, y a los que la entidad tiene decidido realizarles el primer contrato profesional, también deberán seguir.

Por su parte, los juveniles de las inferiores se mantendrían bajo el régimen de la Liga Cordobesa de Fútbol, aunque siempre con la chance de que sus padres hagan uso de la patria potestad para cambiarlos de club.

"En el Argentino A rige un amateurismo marrón o un profesionalismo encubierto. Ningún club hace contrato y todos los acuerdos son de palabra, lo que aumenta los incumplimientos dirigenciales", detalló una fuente del gremio de los futbolistas.