Rafaela madrugó a Talleres, que no tuvo ideas ni orden para revertir el 0-1.

"Cooobelli, Cooobelli...". La alusión al rubio delantero expresó en forma contundente el descontento popular. Iban 23 minutos y el público de Talleres advertía que Lucas Wilchez no era el delantero que había anticipado el entrenador Raúl Peralta. Para colmo, Atlético de Rafaela ya ganaba 1-0, porque había explotado al máximo su primera pelota quieta, sorprendiendo a través de Menghi cuando todo el fondo local estaba pendiente de Visconti.

La situación exigía más ambición, o más ideas. Tal vez menos lateralización cuando el equipo todavía funcionaba al son de los humores de Wilchez y Zermattén y, con Salmerón siempre rodeado de dos defensores, sólo lograba profundidad con los desbordes de Quiroga. Estaba claro que en algún lado a la "T" le sobraba un jugador. La expulsión de Fontanini, por doble falta a Quiroga, anticipó los tiempos del "delivery": adentro Cobelli, afuera... la más fácil, el pibe Taborda.

La movida le dio más presencia ofensiva al equipo, aunque le puso un condicionante al ímpetu de Quiroga y dejó más expuesta a su defensa. Así y todo, y con un rival que en desventaja numérica apostó todo al contragolpe, generó algunas situaciones: una de Lussenhoff, otra de Zermattén y una más de Cobelli. No alcanzó.

Nervios afuera y adentro. El clima ya venía enrarecido por un incidente en las plateas, y a la vuelta del descanso los jugadores parecieron contagiarse de ese nerviosismo. Talleres siguió jugando para los costados y, a falta de mejores recursos, empezó a los pelotazos, buscando provocar el blooper de Capogrosso. En esa nebulosa, Salmerón alcanzó a meter un cabezazo que inquietó.

Con los ingresos de Fernandes Francou y Fierros, Peralta armó una montonera en el área rival. Tampoco alcanzó. Aunque Fierros se erró dos goles "cantados", Talleres nunca tuvo ideas ni orden. Y Brasca lo terminó salvando de una derrota más abultada.

En pocas palabras

Mal comienzo. Talleres quedó en desventaja apenas su rival buscó el arco de Brasca. El gol de Menghi, cuando se jugaban 4 minutos, lo obnubiló. El “delivery” de Peralta (Cobelli por Taborda) tampoco cambió demasiado las cosas.

Ni ideas ni orden. La “T” no supo aprovechar la ventaja numérica y los cambios agregaron confusión.

Las figuras

Cáceres (7). El capitán de Atlético de Rafaela se adueñó del medio campo y fue el eje de su equipo.

Menghi (7). Gol y resistencia.

El árbitro

Mauro Giannini (regular). Obvió varios agarrones en las dos áreas y le faltó rigor ante algunas faltas.

Cuestión técnica

Raúl Peralta. Su propuesta inicial fue mezquina, con un 4-4-1-1. El ingreso de Cobelli, a pedido del público, le dio más presencia arriba. Después Talleres lateralizó mucho el juego y terminó amontonando gente arriba y tirando ollazos.

Marcelo Fuentes. Salió cauteloso, con un 4-4-2. Con el 1-0 y un hombre menos, apostó todo a la contra.