Carlos Granero aseguró que no tiene nada que ocultar.

“La verdad es que no conozco los fundamentos, así que no puedo emitir una opinión”, fue la primera respuesta de Carlos Granero, el ex gerenciador de Talleres, cuando fue consultado acerca de su imputación por falsedad ideológica y defraudación por administración fraudulenta en la causa abierta por la concesión a Ateliers SA.

Como buen abogado, Granero mide cada palabras y, aunque le toca referirse a un tema engorroso, responde sin resignar su habitual tono coloquial. “Mi tranquilidad es absoluta; no tengo nada que ocultar. Cuando me citen, me pondré de inmediato a disposición de la Justicia”, dice antes de soltarse un poco y ensayar su propia defensa.

“Me presenté a una licitación, compré el pliego y presenté la oferta. Fui el único oferente y la Justicia dispuso que me hiciera cargo del club. Si hubo errores en el pliego, no es un problema mío. Es lo mismo que te vendan nafta adulterada en una estación de servicios, y te imputen por eso”, argumentó el empresario que se vinculó a Talleres durante la gestión del ex presidente Carlos Dossetti.

“El pliego es el mismo que compró ‘Por Talleres’, la sociedad que integraban los denunciantes. Pero en lugar de presentar una oferta, Miguel Srur, quien alguna vez pidió la quiebra de Talleres, hizo la denuncia: es increíble. Son cosas inexplicables desde lo racional”, expresó el ex concesionario.

En la actualidad, Granero preside la empresa Balón SA (representa futbolistas y administra la franquicia de Entre Ríos Vóley, que tiene como presidente a Ricardo Finocchiaro, aquel que representó a Ateliers en el cuestionado acto licitatorio de 2005) y dice que no se arrepiente de su paso por la “T”. “Quizá ahora tomaría otros recaudos respecto a intereses políticos de muchos ex dirigentes que creen estar por encima del club”, señaló.

Sobre su relación con Carlos Ahumada, su sucesor en la “T”, Granero señaló: “No es ni buena ni mala. No tengo contacto con él desde hace mucho tiempo, y tampoco nada que ver con sus negocios. Sí me queda por cobrarle algún dinero”.